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Un tesoro de sabiduría y bienestar: la lectura como aliada en la tercera edad

Más allá del entretenimiento, la lectura en la tercera edad estimula la mente, fortalece la memoria, reduce el estrés y fomenta la conexión social, convirtiéndose en una poderosa aliada para un envejecimiento activo y pleno.

Un tesoro de sabiduría y bienestar: la lectura como aliada en la tercera edad
Sábado, 10 de mayo de 2025

Buenos Aires, Argentina – En una etapa de la vida donde el tiempo libre se expande y las rutinas cambian, la lectura emerge como una actividad invaluable para las personas mayores. Más allá del mero entretenimiento, sumergirse en las páginas de un libro ofrece una rica variedad de beneficios cognitivos, emocionales y sociales, convirtiéndose en una poderosa herramienta para mantener la mente activa, fortalecer la conexión con el mundo y enriquecer la vida cotidiana.

Diversos estudios respaldan la profunda influencia positiva de la lectura en la tercera edad. Una investigación publicada en la revista Neurology encontró que las personas que participan en actividades cognitivamente estimulantes, como la lectura, tienen un ritmo de deterioro cognitivo más lento. "Nuestros hallazgos sugieren que participar en estas actividades a lo largo de la vida puede proteger contra la pérdida de memoria y el deterioro cognitivo en la vejez", señalan los autores del estudio (Wilson et al., 2013).

La lectura actúa como un gimnasio para el cerebro, ejercitando la memoria, la concentración y el razonamiento. Al seguir tramas complejas, recordar personajes y analizar ideas, se fortalecen las conexiones neuronales, ayudando a prevenir o retrasar la aparición de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la demencia.

Pero los beneficios de la lectura trascienden la esfera cognitiva. Sumergirse en una buena historia puede ser una fuente inagotable de placer y relajación. La conexión emocional con los personajes, la exploración de nuevos mundos y la adquisición de conocimientos generan una sensación de bienestar y satisfacción personal. Como afirma la Dra. Laura R. García, especialista en gerontología: "La lectura ofrece una vía de escape saludable, reduce el estrés y la ansiedad, y fomenta la empatía al ponernos en la piel de otros".

Además, la lectura puede ser un puente hacia la socialización y la conexión con los demás. Participar en clubes de lectura, compartir opiniones sobre un libro con amigos o familiares, o incluso asistir a presentaciones de autores, brinda oportunidades para el intercambio de ideas y la construcción de lazos sociales, combatiendo así la soledad y el aislamiento que a veces pueden acompañar a esta etapa de la vida.

La lectura en la tercera edad no tiene límites de género, estilo o formato. Desde novelas apasionantes hasta ensayos reflexivos, pasando por poesía evocadora y biografías inspiradoras, existe un universo de letras esperando ser descubierto. Los avances tecnológicos también han facilitado el acceso a la lectura a través de libros electrónicos y audiolibros, adaptándose a las diferentes necesidades y preferencias.

En definitiva, la lectura se erige como un faro de luz en la tercera edad, iluminando el camino hacia una mente activa, un corazón conectado y una vida más plena y significativa. Fomentar y facilitar el acceso a los libros para nuestros mayores es invertir en su bienestar y reconocer el valioso tesoro de sabiduría que la lectura puede ofrecer.

Fuentes:

  • Wilson, R. S., Barnes, L. L., Aggarwal, N. T., Schneider, J. A., Kelly, J. F., Bach, J., ... & Bennett, D. A. (2013). Life-span cognitive activity, neuropathologic burden, and cognitive aging. Neurology, 81(4), 314-321.

Cita:

  • Dra. Laura R. García, especialista en gerontología. (Entrevista personal, abril de 2025).